Oda al Teatro
Nos recibe con mil caras
Y mil voces diferentes.
Ella muestra nuestra luz,
Nuestro dolor y alegría.
Ella es una emperatriz,
Es una reina, es mendiga,
Es tejedora de hechizos
Que nos atrapa en su influjo.
Ella representa todo,
el miedo, el amor, la muerte
y otras miles de emociones.
Su presencia,
No puede ser ignorada,
Ni cuando me fui, se fue.
Durante años he dormido,
Pero al despertar estaba,
Con sus cortinas fluidas,
Con sus focos encendidos,
Y con su cálido abrazo.
Bajo el techo majestuoso
De su arco de proscenio,
Protegiendo nuestras cabezas,
Todo se muestra,
Todo está a salvo.
Ella es el tiempo,
Tiempo siempre encapsulado
Entre fugaces destellos,
Ella es un museo viviente,
Una imitación perfecta,
Una representación perfecta,
de mi vida, de la tuya...
Sus matices al igual que
Una estrella brillante y poderosa,
Iluminan y nos muestran
Nuestras sombras más oscuras.
Ella es nosotros
Y nosotros somos ella,
Ella es nuestra
Y nosotros somos suyos,
Ella es el teatro.
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